La nueva definición del lujo hotelero: Six Senses Ibiza

En el mercado de inversión hotelera está calando la demanda de establecimientos que apuestan por una nueva definición del lujo: dan prioridad a la creación de experiencias únicas y personalizadas por encima de otros aspectos. Y un buen exponente de esta nueva tendencia es el resort de Six Senses que la cadena abría en Ibiza el pasado 10 de julio. Y es que el gasto en el sector del lujo se está desplazando a la búsqueda de estas vivencias únicas y el bienestar a la carta por encima del valor monetario en sí, según explicó Javier García-Mateo, socio responsable del sector Real Estate para el área de Strategy and Transactions en la firma de servicios profesionales EY, durante la presentación del Estudio ‘The Hotel Property Telescope- Islas Baleares’. «Este es el lujo de hoy, este es el lujo de la gente que está dispuesta a gastar más de mil euros la noche. Ya no es el piscinón o el pedazo de habitación. Es el contenido, el entretenimiento que tienes ahí», defendió.

El Six Senses Ibiza cuenta con 116 alojamientos, villas, suites y cuevas frente a la playa, dentro de una finca de ocho hectáreas y ofrece una serie de Village Residences con terrazas privadas, jardines y piscinas. «Nuestra visión es capturar la auténtica experiencia de comunidad, espiritualidad y celebración de Ibiza», detallaba Jonathan Leitersdorf, su arquitecto y desarrollador.

García-Mateo puso al establecimiento como el ejemplo de este nuevo concepto de lujo que buscan los inversores, al que describió como «un proyecto ambicioso», pero que también se topó con complicaciones para su financiación. «Al final ha sido un tremendo éxito», señaló el responsable de EY, que resaltó que más que destacar por su piscina u otras instalaciones se trata de un establecimiento «transgresor en su agenda de actividades».

«Tienen su propia granja con sus propios pollos, talleres donde realizan pasta de dientes y desodorantes, ofrecen charlas sobre asuntos como el cambio climático», desgranó el socio de EY, que sostuvo que en su oferta también es clave el concepto de bienestar

«La gente no está en la piscina sino entretenida en las actividades. Y como no es un adults only también los niños tienen sus acciones formativas. De este modo consiguen ocupaciones muy altas y niveles superiores de ARD», indicó García-Mateo que aseveró que con esta estrategia el hotel presenta una cuenta de resultados «excelente».

OTRAS TENDENCIAS

Precisamente, este nuevo concepto de lujo es una de las cuatro tendencias a las que se dirigen los inversores que contempla el estudio de EY. A ella se suman también los establecimientos con buena relación calidad-precio y el segmento urbano y vacacional de bajo coste, los campings y hostels, un nicho de mercado donde las pernoctaciones no han hecho más que aumentar en los últimos años.
En cuanto a la relación calidad-precio en los establecimientos, abogó por un reposicionamiento de los hoteles de dos y tres estrellas.
«La gente no quiere una mejor recepción, sino una mejor banda ancha y wifi. Las áreas sociales deben diferenciarse de la oferta de tres estrellas de los años 80. El hotel debe ser instagrameable», destacó

Según se desprende del informe, entender los aspectos que generan la satisfacción del cliente es fundamental para optimizar la inversión en las necesidades y maximizar esa percepción de la relación calidad-precio. «No todo es lujo. Hay una vía alternativa y tienes que adaptarte a la demanda», constató.
Los otros dos nichos de crecimiento en el segmento de hospitality que recoge el informe de EY son los campings y los hostels.

«Tras la COVID, en campings está creciendo la estancia media de forma consistente, mientras que en Europa es un caso de estudio en una escuela de negocios, ya que el número de caravanas registradas está creciendo de forma exponencial año tras año», apuntó

También los hostels cuentan con un potencial de crecimiento de inversión en los próximos años ante el actual aumento de la demanda. «Se está trabajando para crear un marco de financiación para este producto. El número de estancias en este segmento urbano está aumentando y el mercado no está respondiendo a esa demanda. Únicamente la ciudad de Madrid presenta 5.600 camas de hostels en la actualidad», subrayó García-Mateo, que vaticinó que estas inversiones en este segmento low-cost van a incrementarse en los próximos tres años.